El mantenimiento adecuado de los techos metálicos garantiza su durabilidad y óptimo desempeño frente a las condiciones climáticas. Aquí te dejamos algunos consejos clave:
Mantenimiento de calaminas:
- Retira polvo, hojas y residuos acumulados con agua y jabón suave.
- Inspecciona la superficie y aplica recubrimientos anticorrosivos si es necesario.
- Si detectas goteras, usa selladores especiales para metal.
- Las calaminas pueden deformarse con impactos bruscos.
Mantenimiento de trapezoidales:
- Revisa los tornillos y fijaciones para asegurar que no haya aflojamientos.
- Ayuda a eliminar suciedad sin dañar el recubrimiento.
- Usa pintura protectora si notas desgaste en la superficie.
- Mantén libre de residuos los desagües para evitar acumulación de agua.
Conclusión
Ambas opciones tienen sus ventajas según el tipo de construcción. La elección dependerá del presupuesto, la resistencia requerida y el tipo de estructura. Un adecuado mantenimiento garantizará su vida útil y eficiencia.